A todos nos encantan los espacios que cuentan con grandes ventanales. Ya sea en casa o en la oficina, dan sensación de amplitud, aportan mucha luz y son mucho más alegres. Siempre y cuando estén bien limpios, porque es inevitable que se ensucien con el transcurso del día a día. Por eso es muy importante limpiarlos de forma periódica, ya que de esta forma conseguirás que luzcan con el mejor aspecto posible. Si quieres saber cómo se realiza una limpieza de cristales profesional, así como las técnicas y las herramientas que se utilizan para llevarla a cabo, no dejes de leer.
Herramientas para limpieza de cristales
Hay muchos factores a tener en cuenta a la hora de escoger las herramientas más adecuadas. Dependiendo del tipo de vidrio que se vaya a limpiar serán necesarios unos utensilios de limpieza de cristales u otros. También hay que tener en cuenta su ubicación, ya que no es lo mismo limpiar los cristales exteriores que los interiores puesto que tendrán diferentes tipos de suciedad. Además, la ubicación también es importante si se encuentran en altura ya que harán falta otro tipo de herramientas como escaleras o pértigas.
Las principales herramientas de limpieza de cristales que utilizamos en Limpiezas Alfil son:
- Cepillo de cristalero: tiene cerdas blandas para evitar rayar el cristal y se utiliza cuando los cristales tienen residuos como polvo o telarañas.
- Esponja y rascador: sirven para despegar las suciedades más adheridas al cristal.
- Mojador o empapador: se utiliza para mojar los cristales y poder frotarlos después, eliminando así toda la suciedad. Es de algodón y se le puede acoplar un palo al mango para llegar a las zonas más altas.
- Racleta limpiacristales: su forma es igual a la del empapador, pero en lugar de tener un vellón de algodón, tiene una goma. Esta sirve para arrastrar toda la suciedad de la superficie del cristal y secarlo a la vez, con una sola pasada.
- Pinza de agarre: se utiliza para sujetar las esponjas y bayetas a un palo y poder utilizarlas en zonas a las que no alcanzamos con las manos.
- Cubo de cristalero: es similar al de la fregona ya que cuenta con una prensa para escurrir.
- Paños y bayetas: la más absorbente y profesional es la gamuza de piel. luego tenemos los paños de algodón y los de microfibra. Se utilizan para ir secando el labio de goma y para eliminar posibles marcas que hayan dejado los aparatos de cristalero.
En este apartado hablamos de los utensilios más habituales para limpiar cristales en general. Otros tipos de limpieza más concretos, por ejemplo, la limpieza de cristales en altura, requieren de herramientas específicas como la pértiga. Por su complejidad, no los hemos incluido en este post, pero puedes leer más sobre ellos en otros artículos de nuestro blog.
Productos para limpieza de cristales
Al igual que ocurre con las herramientas, los productos de limpieza de cristales dependen de diferentes factores como el tipo de cristal, de la suciedad y del estado en el que se encuentren.
Nuestra recomendación es emplear productos limpiacristales profesionales para el interior, que no necesiten grandes disoluciones en agua ya que las condiciones de secado son las idóneas. Para exteriores lo mejor son las soluciones jabonosas, pero en este caso es imprescindible asegurarse de que retiramos todo el producto para evitar futuras manchas. Por último, para las superficies que contengan restos de materiales o pegamentos, se deberán utilizar productos que contengan alcohol o acetona.
Técnicas de limpieza de cristales
Si hay diferentes herramientas y utensilios, también podemos hablar de diferentes técnicas de limpieza de cristales.
Estándar horizontal
Primero se debe humedecer el cristal con el empapador. Después se humedece la racleta y se coloca en posición vertical en la esquina superior izquierda de la ventana. Una vez posicionada y sin levantarla del cristal, se lleva hacia el otro extremo de la ventana. Al finalizar ese tramo, se seca la goma de la racleta y se repite el mismo movimiento justo en el tramo inferior al que acabamos de limpiar. Esta operación se repite tantas veces como sea necesario hasta llegar al extremo inferior del cristal.
Además del movimiento horizontal también hay que tener en cuenta que es necesario realizar una ligera inclinación hacia abajo para evitar ensuciar las zonas ya limpias. Por último, al finalizar se secan los bordes y marcos de la ventana con una bayeta o una gamuza seca.
Estándar vertical
Esta técnica es similar a la anterior pero en lugar de realizar los movimientos en horizontal, se realizarán en vertical. Para ello, la racleta se coloca de forma vertical sobre la esquina superior izquierda y se irá desplazando de arriba a abajo hasta llegar al extremo derecho del cristal.
Mariposa o abanico
Se trata de una técnica similar a la horizontal pero, en este caso, la racleta no se despega nunca del cristal. Cuando se llega a un extremo, se realiza un movimiento de muñeca para dirigirnos hacia el extremo contrario y así hasta el final.
Es una técnica mucho más profesional, que requiere mayor experiencia que las anteriores para que el resultado sea el esperado.
Estándar con barra
Por último, hay que tener en cuenta la técnica estándar con barra. Esta es la empleada para trabajos de altura, en los que es necesario utilizar una barra alargadora para alcanzar el cristal. Los movimientos pueden ser tanto verticales como horizontales, no obstante, hay que tener en cuenta que en este caso es necesario hacer más presión para que la limpieza sea efectiva.
Factores a tener en cuenta
Además de los aspectos que ya consideramos, hay otros factores que también hay que tener en cuenta para realizar una limpieza profesional de cristales.
- Si se trata de cristales de gran tamaño, es necesario humedecerlos más o con mayor frecuencia ya que al tener una superficie muy grande, es probable que se sequen antes de tiempo.
- Se debe evitar limpiar los cristales cuando están expuestos directamente a la luz del sol, cuando hace viento o cuando estén calientes. Estos factores pueden afectar al estado del vidrio, estropeándolo.
Limpieza profesional de cristales: ¿por qué hacerla?
Como acabamos de comprobar, hacer una limpieza profesional de cristales no es tan sencillo como puede parecer en un primer momento. Es necesario contar con diferentes herramientas específicas para ello, conocer las técnicas más adecuadas dependiendo del tipo de cristal y de su situación y tener la experiencia suficiente para aplicarlas correctamente. Además, por si fuera poco, también hay otros factores a tener en cuenta como por ejemplo las condiciones meteorológicas.
Otro de los aspectos que se debe tener en cuenta es que en muchos casos, la limpieza exterior de los cristales puede resultar peligrosa. Por eso, la opción más rentable y más segura es contactar con una empresa de profesionales que realicen el trabajo en correctas condiciones y con un acabado perfecto.