Todos tenemos alguna tarea del hogar que se nos resiste. ¿Alguna vez te has preguntado cómo limpiar ventanas sin que los cristales queden marcados una y otra vez? Pues no te pierdas los consejos que vienen a continuación.
Empieza siempre por los marcos
A veces, cuando queremos dejar nuestras ventanas relucientes, solamente prestamos atención a los cristales. Sin embargo, una buena limpieza de ventanas empieza siempre por los marcos. Nuestra recomendación es no dejarlos nunca para el final. Si lo hacemos, podemos ensuciar los cristales que acabamos de limpiar y tendremos que volver al punto de de partida.
Ahora que ya tenemos claro que el primer paso para limpiar nuestras ventanas es empezar por los marcos, nos surge otra pregunta: ¿qué productos son los más adecuados? La respuesta dependerá, como siempre, del material del que estén fabricados. Si tenemos marcos de aluminio, lo mejor es utilizar detergente disuelto en agua caliente. Para los de madera, un trapo mojado en agua fría bastará para conseguir un buen resultado.
Algunos trucos para limpiar tus ventanas
¿Ya has dejado los marcos niquelados? Llega entonces el momento más importante: limpiar los cristales. Nuestro consejo es utilizar siempre productos limpiacristales específicos que podemos encontrar fácilmente en cualquier supermercado. El jabón genérico o los productos caseros fabricados a base de vinagre no te garantizan un buen resultado y decantarse por ellos puede ser contraproducente a la larga.
Para limpiar los cristales de las ventanas necesitaremos siempre dos cubos: uno para limpiar y otro para enjuagar (aunque si utilizas un pulverizador, con un cubo para enjuagar la esponja será suficiente). Y aquí viene una de las claves para unos cristales perfectos: cambiar el agua de los cubos con frecuencia. De lo contrario, lo único que harás será extender la suciedad y alargar el tiempo de limpieza considerablemente. Además, recuerda que siempre se deben limpiar las ventanas de arriba hacia abajo para evitar que el agua gotee y ensucie la parte ya limpia. Para el secado, un trapo suave o un paño de microfibra son buenas opciones.
Ventanas limpias por dentro… y también por fuera
De poco sirve tener unas ventanas limpias por dentro si el exterior no va acorde. La parte de fuera de los cristales es una de las zonas más difíciles y arriesgadas de limpiar, sobre todo si vives en una calle transitada o si te dan respeto las alturas. En estos casos, siempre es preferible ahorrarse sustos innecesarios contratando a un profesional de la limpieza que cuente con las herramientas necesarias para llevar a cabo esta tarea con seguridad. Las empresas utilizan diferentes métodos para la limpieza de ventanas exteriores: plataformas elevadoras, góndolas, técnicas de descuelgue con arneses… Todo depende de lo accesible que sea la zona a limpiar. Una de las más efectivas y seguras es la limpieza con pértiga, un aparato que alcanza los 20 metros de altura y que utiliza agua ionizada para dejar tus cristales relucientes sin causar daños al medio ambiente.
En Alfil somos especialistas en dejar tus ventanas relucientes por dentro y por fuera. No dudes en ponerte en contacto con nosotros si quieres que tus cristales sean la envidia del vecindario.
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